Una de las características fundacionales de Hollywood es su condición de fábrica de estrellas. Durante décadas produjo infinidad de películas al servicio de actores y actrices con el único de fin de instalarlos como superstars. "Identidad secreta" se ajusta a la perfección a este concepto. La cámara de John Singleton persigue a Taylor Lautner y lo fotografía desde todos los ángulos imaginables. Es un atracón para los/las fans; entrada, plato principal y postre del chico que viene paralizando corazones desde el inicio de la saga "Crepúsculo". Claro que aquí no tiene la molesta presencia de Robert Pattinson para robarle suspiros.

Del chico-lobo de "Crepúsculo" pasamos a héroe de acción en ciernes. Taylor es Nathan. Por casualidad, Nathan descubre que su vida es un gigantesco engaño. La verdad es que fue secuestrado cuando era un niño, y la búsqueda de la verdad puede costarle muy cara, así que se ve obligado a huir, trance que comparte con su linda vecina Karen (Lily Collins, actúa en "Priest", la historia del cura cazavampiros que es un superéxito en DVD).

No esperan demasiadas vueltas de tuerca. La película va a los bifes: mucha acción para que Taylor se luzca. El problema es que la trama es sospechosamente parecida a la de Bourne, y -como es lógico suponer- a Taylor le falta demasiado para alcanzar a Matt Damon. Lo que no implica que "Identidad secreta" no sea entretenida.

La carrera de Singleton pintaba para más a partir de esa gran película llamada "Boyz?n the hood". Más acá en el tiempo se le animó a la remake de "Shaft", con Samuel L. Jackson. Aquí vuelve a manejar un gran presupuesto (35 millones de dólares, aportados mayormente por la productora Lionsgate) y se da el gusto de contar con varios buenos actores, entre ellos Alfred Molina y Sigourney Weaver.

Habrá sobredosis de Taylor -¡tiene sólo 19 años!- en el futuro. Por lo pronto, lo veremos en las dos partes de "Amanecer" (al igual que con Harry Potter, dividieron el epílogo de la saga en dos filmes). Y después... atención que se viene "Goliath", un duelo biblíco a todo o nada con Taylor y Dwayne "The Rock" Johnson. A prepararse.